España y Argelia siempre tuvieron buenas relaciones. Siendo Marruecos el rival geopolítico principal de Argelia, su alianza con España era más que conveniente. Y teniendo en cuenta las crisis políticas que sufrió España con Marruecos a principios de los 2000, como la de la Isla del Perejil, el interés se volvió más que mutuo.

Todo esto se materializó en el Tratado de Amistad y Buena Vecindad y Cooperación, que fue firmado el 8 de octubre de 2002 en Madrid. Así comenzó un periodo de veinte años de buenas relaciones y cooperación internacional. En estos años Argelia se posicionó como la mayor importadora de gas a España, fortaleciendo la alianza económica de estos dos países. Pero en el año 2022 cambia esta coyuntura. 


El Ejecutivo español pacta una serie de acuerdos en marzo del año pasado con Marruecos, entre los que se encuentra un cambio de posición por parte de España respecto al conflicto en el Sáhara Occidental. Tras décadas de apoyo a la resolución de Naciones Unidas, España decidió apoyar la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara, pero dentro de las fronteras marroquíes. Esta traición a los saharauis fue el detonante para que Argelia decidiera acabar con el Tratado de Amistad y Buena Vecindad y Cooperación, así como paralizar sus relaciones diplomáticas con España.

Pero a sorpresa de todos, Pedro Sánchez aseguró en septiembre de este año en su discurso en la sede de las Naciones Unidas que España aboga por una resolución del conflicto saharaui en el marco de la carta de Naciones Unidas. Este nuevo giro ha permitido que Argelia vuelva a mostrarse amistosa con nuestro país, como se puede ver reflejado en el nombramiento de un nuevo embajador argelino en Madrid, Abdelfetah Daghmoum. Este nuevo embajador recibió el pasado 14 de noviembre el plácet por parte del Ejecutivo español, siendo el primer embajador de Argelia en España desde la crisis diplomática en 2022.